
Al unir la plaza con el parque, todo el agua que cae desde la calle de las Torres, la que baja por calle Larga y lógicamente todos su afluentes (Calle Cuesta, Una Acera, etc.), van a desembocar a un mismo punto, “a la puerta de mi tienda”.
No es la primera vez que hemos tenido que sacar el agua de mi local comercial a base de escobas y fregonas, y de eso pueden da fe mis vecinos que en innumerable ocasiones me han tendido una mano.
No voy a negar la buena voluntad que le han puestos los mandatarios de la E.L.A, pero lo cierto es que a día de hoy mi problema sigue existiendo.
Para que veáis mi problema, os he grabado un video de cómo se pone la puerta después de llover. Esto ha ocurrido días atrás y como podéis ver la acera desaparece bajo el agua haciendo imposible el paso por ella y lógicamente la entrada al local.