En el año 2006, las fuerzas empezaron a flaquearle y
decidió retirarse, no sin gran disgusto, por ese motivo le dediqué mi escrito
habitual en el programa de feria, titulado como el "Niño de las Cañas", así era
conocido popularmente porque también hacía sus pinitos en el cante flamenco,
recordaba como ejerció de encargado de material, como vendió papeletas en mil
rifas, lotería y un sinfín de ocupaciones siempre por el bien de la U. D.
Tesorillo.
En vida le fueron reconocidos sus meritos, fueron
muchas las directivas que ensalzaron su
labor con reconocimientos públicos, le
concedieron la insignia de oro del Club y la ELA bautizó con su nombre junto con el de Jesús Casuso al
campo municipal de fútbol.
El féretro fue cubierto con una bandera con los
colores de la U.D. Tesorillo siendo sepultado con ella. En el campo santo todos,
los presentes, coincidimos que se marchaba una persona sencilla, humilde y muy
buena y el mejor aficionado de nuestro equipo.
Descanse en paz.