Días pasados, nuestro
pueblo estuvo tristemente de actualidad,
siendo noticia tanto en la cadena autonómica como en la primera cadena de
televisión y por desgracia por nada agradable afirmo sin temor a errar que
por circunstancias muy desagradables.
El suceso o sucesos que originaron la noticia, fueron que un individuo vecino de toda la vida, el cual padece un patología de esquizofrenia, muy someramente decir que esa enfermedad causa a quien la padece tenga una mala y muy distinta percepción de la realidad, como decía esta persona cuando sufre crisis propias del padecimiento se muestra violenta, amenazando, insultando llegando inclusive a la agresión física a cualquier vecino, con el agravante que tiene antecedentes por agresión con arma blanca a un joven de la localidad, con condena en centro penitenciario, a todo estoy añadir que es de complexión muy fuerte, que su presencia y su mirada ya de por sí son intimidatorias, creando un ambiente de zozobra y temor generalizado con la consiguiente alarma social.
El suceso o sucesos que originaron la noticia, fueron que un individuo vecino de toda la vida, el cual padece un patología de esquizofrenia, muy someramente decir que esa enfermedad causa a quien la padece tenga una mala y muy distinta percepción de la realidad, como decía esta persona cuando sufre crisis propias del padecimiento se muestra violenta, amenazando, insultando llegando inclusive a la agresión física a cualquier vecino, con el agravante que tiene antecedentes por agresión con arma blanca a un joven de la localidad, con condena en centro penitenciario, a todo estoy añadir que es de complexión muy fuerte, que su presencia y su mirada ya de por sí son intimidatorias, creando un ambiente de zozobra y temor generalizado con la consiguiente alarma social.
En primer lugar que
quede meridianamente claro que las personas en general, sin ningún tipo de
distinción ni exclusión, tienen el derecho a la seguridad que no tienen porqué
sufrir ningún tipo de agresión amenazas venga de quien venga, para eso están
los poderes públicos y sus herramientas,
que no son otras que los cuerpos y fuerzas de seguridad.
Pero no son las únicas
víctimas, el propio sujeto causante de esa alarma es tan víctima o más de esa
enfermedad, eso le hace ser asociable, marginado, vivir en la inmundicia. Lo
peor que todo lo acontecido es evitable, simple y llanamente si se tomase la
medicación, ya que si lo hace regularmente tal como la prescriben los
médicos no hay problemas, el comportamiento de quien la padece es como el de
cualquiera que esté en su sano juicio, ese tipo de enfermos cuando están más o
menos normales rechazan seguir medicándose entonces aparecen las
complicaciones.
Pregunto, ¿tan
complicado es, que un juez obligue a seguir la medicación?, ¿se coarta la libertad del
individuo obligándole?, ¿se tiene en cuenta la libertad del resto del
vecindario y el derecho a vivir seguros y tranquilos?,¿no puede haber una
coordinación entre los diversos estamentos, llamase Asuntos Sociales, Centro
Salud, Fuerzas Policiales con su Señoría, para recordar y obligar a continuar con
el tratamiento?, ¿ si el enfermo no tiene capacidad para vivir mínimamente solo, ingresarlo en un centro público de
acogida?.
Se trata de una persona
con un largo antecedente de hace muchos años, que cada vez va en aumento su
peligrosidad, no quiero ni pensar que se cumpla aquello que circula por la
calle, que quien o quienes correspondan harán algo cuando el daño causado sea
irreparable.
La verdad con modestia
pero con convencimiento, tengo mis dudas
al respecto, creo que el sistema que nos rige, en este caso puntual está
fallando.
Pacurro.
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