El primer atentando contra nuestro humilde patrimonio histórico fue el quitar la fuente de la plaza y nadie hizo nada por evitarlo y mucho menos por recuperarla.
Pero peor atentado contra nuestro patrimonio histórico es el estado en el que se encuentra nuestra CASITA DE CAMPO, y durante todos estos años, la desidia y la dejadez política lo ha permitido y lo sigue permitiendo. Eso si que es una pena.
En las próximas elecciones volveremos a escuchar de nuevo por parte de todos los partidos políticos que "ya está a punto de conseguirse. .... hemos tenido una reunión con fulanito, hemos tenido una reunión con menganito y bla,bla, bla..." hasta que termine por derrumbarse totalmente.
Entonces, solo nuestros gobernantes y nosotros por haberlos votado seremos los culpables, los únicos culpables de la desaparición de nuestro humilde pero que bastante humilde patrimonio histórico.