Érase una vez una espléndida tarde de un día cinco de enero del año 2010 de nuestro calendario. Una tarde, donde después de varios días de lluvia, lucía un sol de esos que suele presentar un día cualquiera de la estación invernal. A esa tarde la llaman de la ILUSION, ilusión porque es el día que cierra el periodo vacacional con la llegada de los queridos Reyes Magos de Oriente. Ilusión porque todos los niños, y no tan niños, esperan ansiosos sus regalos en una noche mágica. Noche que se hace aun más mágica cuando a cada uno de nuestros pueblos va llegando la comitiva real en forma de cabalgata.
Esa tarde de ese día cinco se preparaban para salir a la calle diecinueve de esas adoradas cabalgatas de Reyes en todo el Campo de Gibraltar, diecinueve cabalgatas preparadas para llevar a cada niño la ilusión de todo un año de buen comportamiento. Diecinueve comitivas reales dispuestos a transformar la ilusión de los más pequeños en regalos, caramelos y confetis.
Pero faltaba una, sí una, porque el Campo de Gibraltar suele tener veinte cabalgatas de Reyes Magos. Esa que falta es la de un pequeño y precioso pueblo llamado Tesorillo.
En ese pueblo ese día cinco de ese mes de enero, los niños no podrán disfrutar de la entrada de los Reyes Magos en sus majestuosas carrozas tirando caramelos por doquier y haciendo las delicias de niños, jóvenes y adultos. En ese pueblecito no habrá carrozas sencillamente porque como en todo cuento siempre tiene que haber un personaje malvado. Dicho personaje decidió, el día antes, que nuestros niños no tuviesen Cabalgatas, sencillamente porque en su Telediario personal y único anunciaban fuertes lluvias para ese día cinco de ese mes de enero. Nuestra alcaldesa no pudo esperar, como en el resto de las diecinueve cabalgatas, a ver que pasaba, no, sencillamente privó por adelantado y por imperativo legal, a todos los tesorilleros de una entrada de año cargada de ilusiones para los más pequeños de las casas, que este 2010 se tendrán que conformar con ver a los Reyes Magos por la tele o en su caso ir al vecino Secadero donde, al parecer las predicciones meteorológicas fueron otras, y sí gozarán de su habitual Cabalgata.
Pero como todo personaje de cuento que es malo, miente y miente mucho porque el día antes de las cabalgatas, por la noche, todavía andaba buscando voluntarios para Reyes y pajes. Adecentada con su habitual previsión, el día antes ni tenía carrozas, ni tenía reyes. Por eso buscó y buscó entre todos los informativos hasta que encontró el que anunciaba “riesgo aislado de precipitaciones débiles en el oriente de Andalucía” y sin importarle lo que significa la palabra riesgo, aislado u oriente, decidió por unanimidad ella solita cargarse ese día cinco de ese mes de enero.
Fíjense como es increíble que estos personajes que cobran 3000 € al mes no sean capaces de tener un plan alternativo por si llueve y otro, EL BUENO, por si, simplemente no llueve. Estos personajes, que un año son capaces de cambiar, porque sí, el día de nuestra feria, alegando que puede llover en mayo y otro año cargarse de un plumazo nuestra cabalgata porque también puede llover. Pero no se preocupen nuestros vecinos que a lo mejor nos sorprenden y hacen la cabalgata de Reyes en Agosto y así evitamos riesgos innecesarios.
Y, como los cuentos tienen siempre un final feliz, los tesorilleros hemos pedido a los Reyes que nuestro personaje malo se vaya. Vamos, lo que en política se llama DIMITIR, y deje ese puesto a otras personas si es que a ella le viene, como bien parece, demasiado grande.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado
Jesús Solís
PSOE TESORILLO
Esa tarde de ese día cinco se preparaban para salir a la calle diecinueve de esas adoradas cabalgatas de Reyes en todo el Campo de Gibraltar, diecinueve cabalgatas preparadas para llevar a cada niño la ilusión de todo un año de buen comportamiento. Diecinueve comitivas reales dispuestos a transformar la ilusión de los más pequeños en regalos, caramelos y confetis.
Pero faltaba una, sí una, porque el Campo de Gibraltar suele tener veinte cabalgatas de Reyes Magos. Esa que falta es la de un pequeño y precioso pueblo llamado Tesorillo.
En ese pueblo ese día cinco de ese mes de enero, los niños no podrán disfrutar de la entrada de los Reyes Magos en sus majestuosas carrozas tirando caramelos por doquier y haciendo las delicias de niños, jóvenes y adultos. En ese pueblecito no habrá carrozas sencillamente porque como en todo cuento siempre tiene que haber un personaje malvado. Dicho personaje decidió, el día antes, que nuestros niños no tuviesen Cabalgatas, sencillamente porque en su Telediario personal y único anunciaban fuertes lluvias para ese día cinco de ese mes de enero. Nuestra alcaldesa no pudo esperar, como en el resto de las diecinueve cabalgatas, a ver que pasaba, no, sencillamente privó por adelantado y por imperativo legal, a todos los tesorilleros de una entrada de año cargada de ilusiones para los más pequeños de las casas, que este 2010 se tendrán que conformar con ver a los Reyes Magos por la tele o en su caso ir al vecino Secadero donde, al parecer las predicciones meteorológicas fueron otras, y sí gozarán de su habitual Cabalgata.
Pero como todo personaje de cuento que es malo, miente y miente mucho porque el día antes de las cabalgatas, por la noche, todavía andaba buscando voluntarios para Reyes y pajes. Adecentada con su habitual previsión, el día antes ni tenía carrozas, ni tenía reyes. Por eso buscó y buscó entre todos los informativos hasta que encontró el que anunciaba “riesgo aislado de precipitaciones débiles en el oriente de Andalucía” y sin importarle lo que significa la palabra riesgo, aislado u oriente, decidió por unanimidad ella solita cargarse ese día cinco de ese mes de enero.
Fíjense como es increíble que estos personajes que cobran 3000 € al mes no sean capaces de tener un plan alternativo por si llueve y otro, EL BUENO, por si, simplemente no llueve. Estos personajes, que un año son capaces de cambiar, porque sí, el día de nuestra feria, alegando que puede llover en mayo y otro año cargarse de un plumazo nuestra cabalgata porque también puede llover. Pero no se preocupen nuestros vecinos que a lo mejor nos sorprenden y hacen la cabalgata de Reyes en Agosto y así evitamos riesgos innecesarios.
Y, como los cuentos tienen siempre un final feliz, los tesorilleros hemos pedido a los Reyes que nuestro personaje malo se vaya. Vamos, lo que en política se llama DIMITIR, y deje ese puesto a otras personas si es que a ella le viene, como bien parece, demasiado grande.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado
Jesús Solís
PSOE TESORILLO