12/03/09
NOTA DE PRENSA DEL AYUNTAMIENTO DE JIMENA
NOTA DE PRENSA DEL AYUNTAMIENTO DE JIMENA
Las labores cuentan con un presupuesto de 29.000 euros
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El canal de las Reales Fábricas de Artillería de Carlos III, monumento conocido en la localidad como el Cao, está siendo objeto de diversos trabajos de limpieza y consolidación, según informa la delegación municipal de Medio Ambiente, que dirige Noelia García. En concreto, en las últimas semanas se ha procedido a la retirada de la maleza acumulada en el interior del canal. Posteriormente, se está haciendo lo propio con la arena y áridos procedentes de las escorrentías de la ladera que habían terminado por atorar el interior del monumento.
Las labores cuentan con un presupuesto de 29.696 euros, de los que la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía aporta 17.700, mientras que el Ayuntamiento aporta la partida restante.
Las Reales Fábricas de Artillería fueron uno de los proyectos más ambiciosos del reinado de Carlos III. Su misión debía ser la fundición de las piezas de artillería y munición que se emplearía en las campañas americanas.
En la actualidad, el único vestigio de aquella obra mastodóntica es el canal que discurre paralelo al río Hozgarganta, de cuya agua se nutría para mover los fuelles de la fábrica. Precisamente la ausencia de un caudal continuo y suficiente propició que estas instalaciones no llegaran nunca a funcionar a pleno rendimiento.
El canal, con unos 600 m de largo y 4 m de ancho, llega a alcanzar los 5 m de profundidad. Está construido con cantería, a veces excavada en la misma roca. Entró en funcionamiento en abril de 1780, coincidiendo con el asedio de Gibraltar.
Las labores cuentan con un presupuesto de 29.696 euros, de los que la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía aporta 17.700, mientras que el Ayuntamiento aporta la partida restante.
Las Reales Fábricas de Artillería fueron uno de los proyectos más ambiciosos del reinado de Carlos III. Su misión debía ser la fundición de las piezas de artillería y munición que se emplearía en las campañas americanas.
En la actualidad, el único vestigio de aquella obra mastodóntica es el canal que discurre paralelo al río Hozgarganta, de cuya agua se nutría para mover los fuelles de la fábrica. Precisamente la ausencia de un caudal continuo y suficiente propició que estas instalaciones no llegaran nunca a funcionar a pleno rendimiento.
El canal, con unos 600 m de largo y 4 m de ancho, llega a alcanzar los 5 m de profundidad. Está construido con cantería, a veces excavada en la misma roca. Entró en funcionamiento en abril de 1780, coincidiendo con el asedio de Gibraltar.