Por si quedaban dudas, sobre lo parecidas que son estas dos formaciones políticas detrás de las fachadas que representan sus correspondientes siglas, esta semana ha quedado patente a todas luces lo iguales que son cuando en el congreso han firmado conjuntamente la propuesta para Europa, excluyendo a los demás partidos y con el reparto de la presidencia del parlamento europeo, donde la presidirán dos años y medio cada partido.
Estas posturas marcan de forma muy clara las tendencias de los partidos, que no es otra que el apoyo a las políticas capitalistas y neoliberales, las mismas que nos han llevado a esta crisis y sus consecuencias. Cuando vemos como en ciertos asuntos se rasgan sus vestiduras increpándose o intentando representar unas posturas de defensa ideológica, nos encontramos como realmente defienden las mismas posturas que garantizan el sistema que actualmente tenemos, blindándolo ante cualquier forma de expresión no aceptada por ellos o que no controlen. Casos más que evidentes de esto mismo los hemos podido vivir hace poco en la abdicación del rey, en la que de nuevo se unieron rápidamente de forma conjunta para no dar la opción de que el pueblo se pronunciase en algo tan importante como es la elección del sistema de estado, o cuando cambiaron el artículo 135 de la constitución, dando prioridad al pago de la deuda de las entidades financieras antes que a las políticas sociales, de nuevo sin consultar al pueblo o cuando después del batacazo electoral de estas últimas elecciones el PP incluso a llegado a decir que el PSOE no puede desaparecer, aparte de otras muestras de cariño por llamarlo de alguna forma.
El PSOE ha tenido la oportunidad de acercarse a las demás formaciones de izquierdas, pero vemos flagrantemente que prefiere a su rival de derechas que le garantiza poder, situación inexcusable en cualquier organización que mínimamente se precie de izquierdas, dando otra prueba más de la ambigüedad de esta organización que lejos de estar definida políticamente solo demuestra al igual que el PP, que lo importante no son los ciudadanos, sino la defensa del modelo político capitalista que practican.
La impresión ya es equiparable a la realidad, todo es una falsa, todo suena a teatro, esas es la opinión generalizada de nuestra sociedad, el sentir de la calle y con todo el motivo porque ya ni disimulan, les pueden más los intereses conjuntos.
Si fuesen tan rápidos en la creación o modificación de leyes, como lo han sido para la creación de la ley de abdicación del rey o la de su posterior aforamiento (no sabemos que tendrá que esconder esta ejemplar figura para que necesite aforamiento), leyes tan injustas como la ley hipotecaria, desahucios, preferentes, ley tributaria y otras tantas podrían estar arregladas en un par de meses, pero no hay voluntad para esto porque no les interesa.
Estamos ante partidos que priorizan los intereses de los bancos y grandes monopolios financieros antes que los de los ciudadanos de a pie.
Estamos ante partidos que no dan la oportunidad a que los ciudadanos se expresen y decidan asuntos de gran importancia para el país.
Estamos ante partidos que han realizado las reformas laborales más agresivas de nuestra historia democrática.
Estamos ante partidos que defienden la privatización de servicios antes que la gestión pública, con sus respectivas consecuencias.
Estamos ante partidos que cambian sus líderes pero en definitiva siguen realizando la misma política.
Estamos ante partidos que cuando están gobernando realizan políticas que no tienen nada que ver a lo que prometen cuando están en oposición.
Fran Gómez
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